Beber té verde es un gesto universal, repetido miles de millones de veces cada día en todo el mundo. Pero detrás de este hábito aparentemente trivial se esconde una historia antigua, compleja y fascinante, donde botánica, rituales sociales, farmacopea y arte de vivir se entrelazan desde hace más de tres mil años. Y si bien existen infinitos tipos de tés verdes, dos ocupan un lugar especial en la cultura china: el Chun Mee, de perfil afrutado y tónico, y el Sencha, suave y vegetal. Son estos dos tés, ambos cultivados según los principios de la agricultura ecológica, los que componen las mezclas de la casa Pure Tea.
En este artículo, te invitamos a explorar en profundidad los orígenes del té verde, a comprender las particularidades agronómicas y sensoriales del Chun Mee y el Sencha, y a repasar los estudios científicos recientes que arrojan luz sobre sus efectos en el cuerpo humano.
El origen del té verde: una planta, múltiples tradiciones
El arbusto del té, Camellia sinensis, es una planta originaria del sur de China y del norte de la India. Según los historiadores, su consumo en infusión se remonta a la dinastía Shang (entre el 1600 y el 1046 a.C.). Primero utilizado como planta medicinal, el té fue imponiéndose progresivamente como bebida cotidiana entre la élite imperial, los monasterios y, finalmente, en todas las capas de la sociedad china.
Lo que diferencia al té verde de otras variedades (negro, oolong, blanco) es que no sufre ninguna oxidación. Inmediatamente después de la cosecha, las hojas se calientan (al vapor o en un wok de metal) para inactivar las enzimas responsables de la oxidación. Este paso, llamado fijación, permite preservar las catequinas, aminoácidos, clorofilas y otros compuestos volátiles responsables de su sabor y sus beneficios.
Desde las dinastías Tang y Song, escritos como el Clásico del té de Lu Yu (siglo VIII) describen con precisión los métodos de cultivo, preparación y las virtudes del té verde. Este patrimonio cultural ha atravesado los siglos, adaptándose a la evolución de las prácticas agrícolas sin perder su profunda coherencia.
El té verde Chun Mee: equilibrio entre frescura, energía y delicadeza
Entre las muchas variedades producidas en China, el Chun Mee es uno de los tés verdes más emblemáticos. Originario de las provincias de Jiangxi y Zhejiang, se reconoce por sus hojas curvadas, cuya forma recuerda a una ceja delicada – de ahí su nombre, Chun Mee ("ceja de anciano" en chino).
Una producción artesanal y respetuosa con la hoja
Las hojas de Chun Mee suelen recolectarse en primavera, a veces en verano según la región. Una vez recogidas, se marchitan y luego se calientan en grandes woks metálicos a alta temperatura, en un proceso que requiere precisión y destreza. El enrollado manual da a las hojas su forma característica. Un tueste final permite ajustar el sabor, que permanece suave pero con una ligera acidez al final.
En las versiones ecológicas, como las seleccionadas para las mezclas Pure Tea, este proceso sigue siendo manual o semiartesanal, sin aditivos ni aromas añadidos, para respetar al máximo la naturaleza química del té.
Un perfil sensorial reconocible
El Chun Mee desarrolla al infusionarse un color amarillo pálido a dorado, a veces ligeramente turbio. En boca, destaca por su frescura vegetal, complementada con notas afrutadas, casi ácidas, que a veces evolucionan hacia aromas de ciruela verde o piel de cítricos.
A menudo se recomienda a quienes buscan un té vivo pero no agresivo, con un contenido moderado de cafeína, lo que lo convierte en una buena alternativa al café matutino o en una bebida para acompañar durante el día. Es este mismo té verde Chun Mee ecológico el que encontramos en nuestra mezcla con efecto tónico, el Té Verde Energy Bio.
El té verde Sencha: suavidad, equilibrio y uso diario
Si el nombre de Sencha suele evocar los tés japoneses, también existe una tradición china del Sencha, a menudo menos conocida pero igual de refinada. En este caso, el término "Sencha" designa un método de producción similar al japonés, pero adaptado a los terruños chinos, especialmente en las regiones de Hunan y Anhui.
Método de elaboración
El Sencha chino suele vaporizarse rápidamente tras la cosecha, luego se enrolla y se seca. Este proceso, aunque diferente del enrollado en wok utilizado para otros tés verdes chinos, permite conservar un perfil químico similar a la hoja fresca, con un alto contenido de L-teanina, un aminoácido responsable del efecto relajante a menudo asociado al té verde.
El resultado es un té de sabor más suave, más redondo, con una astringencia muy ligera, e incluso ausente. A diferencia de algunos Sencha japoneses, este presenta un perfil menos yodado y más floral.
Una base ideal para mezclas de bienestar
Gracias a su dulzura y su baja amargura, el Sencha chino se utiliza a menudo como base en infusiones de hierbas. Combina muy bien con la menta, los cítricos o incluso raíces como el jengibre. Por eso se encuentra en recetas como el Sencha ecológico con cítricos y jengibre, el Détox Beautea Queen o el Té de Menta Verde.
Desde el punto de vista nutricional, es rico en catequinas, polifenoles y clorofila, y contribuye a una desintoxicación suave, estimulando ligeramente sin excesos.
Lo que dice la ciencia: los beneficios del té verde estudiados en profundidad
Numerosos estudios científicos se han dedicado a los componentes del té verde. A continuación, un resumen de los principales compuestos activos y sus supuestos efectos sobre la salud:
1. Catequinas (EGCG)
Las catequinas son potentes antioxidantes. La más estudiada, la EGCG, ha mostrado efectos en:
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la neutralización de los radicales libres
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la prevención del envejecimiento celular
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la regulación del metabolismo de las grasas
2. L-teanina
Presente sobre todo en los tés verdes de calidad, es conocida por:
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inducir un estado de relajación mental sin somnolencia
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mejorar la concentración cuando se combina con cafeína
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contribuir a un equilibrio mental estable, especialmente útil para contrarrestar los efectos del estrés
3. Clorofila
La clorofila contenida en las hojas no oxidadas tendría los siguientes efectos:
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desintoxicantes suaves
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protectores hepáticos
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potencialmente beneficiosos para la digestión
Cabe señalar que estos efectos están relacionados con un consumo regular, moderado y de calidad, como el que permiten los tés verdes ecológicos no tratados.
Cómo preparar estos tés verdes para sacarles el máximo partido
Chun Mee
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Temperatura ideal: 75–80°C
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Tiempo de infusión: 2 a 3 minutos
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Consejo: evitar una infusión demasiado larga, que potencia el amargor
Sencha chino
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Temperatura ideal: 70–75°C
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Tiempo de infusión: 1,5 a 2,5 minutos
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Consejo: se puede infusionar en frío (infusión lenta en agua fresca durante 4h)
El Chun Mee y el Sencha chino representan dos enfoques complementarios del té verde. El primero, vivo y afrutado, acompaña perfectamente el inicio de un día activo. El segundo, más redondo y vegetal, se integra fácilmente en momentos de calma o después de las comidas. Ambos prolongan una tradición viva, la de un té arraigado en la naturaleza, modelado por la mano humana y capaz de atravesar los siglos sin perder su atractivo.
A través de su diversidad de sabores, sus sutilezas botánicas y sus propiedades nutricionales, invitan a explorar el té verde no como un producto único, sino como un universo de matices, de prácticas y de saber hacer. Aprender a prepararlos, a degustarlos, es también tomarse el tiempo de ralentizar — y de reconectar con un gesto simple pero lleno de significado.